4. poesía en minuto: la profecía




me lo contaron ayer

las lenguas de doble filo

que te casaste hace un mes
y me quede tan tranquilo.

otro cualquiera en mi caso
se hubiese hechado a llorar,
yo, cruzándome de brazos
dije que me daba igual;

nada de pegarme un tiro
ni enredarme a maldiciones
ni de apedrear con suspiros
los vidrios de tus balcones.

¿qué te has casado?.. buena suerte
vive 100 años contenta
y que a la hora de la muerte
dios no te lo tenga en cuenta

 

que si al pie de los altares
mi nombre se te borró
por la gloria de mi madre
que no te guardo rencor

porque sin ser tu marido
ni tu novio, ni tu amante

yo soy quién más te ha querido

y con eso.. con eso tengo bastante

¿te acuerdas de lo que decía mi padre?:

"¿qué tiene el niño malena?
que anda como trastornado
le encuentro cara de pena
y el colorcillo quebrado

y ya no juega a la trompa,
ni tira piedras al río
y ¡mira! ni se destroza la ropa,
subiéndose a coger nidos.

¿no te parece a ti extraño?,
¿no es una cosa muy rara,
que un chaval de doce años
tenga tan triste la cara?

...mira que soy perro viejo

y estás demasiado tranquila
¿quieres que te de un consejo?
vigila mujer, ¡vigila!"

y fueron don centinelas
los ojitos de mi madre

"cuando sale de la escuela
se va pa' los olivares"


"¿y que busca allí?"


"una niña...
tendrá el mismo tiempo que él,

josé miguel, no le riñas
que esta empezando a querer"

mi padre encendió un pitillo,
se enteró bien de tu nombre
y te compró unos zarcillos
y a mi un pantalón de hombre.

yo no te dije te adoro
pero amarre a tu balcón
mi lazo de seda y oro
de primera comunión.

y tu, fina y orgullosa,
me ofreciste en recompensa
la cinta color de rosa,
que engalanaba tu trenza.

voy a misa con mis primos,
bueno mujer, te veré en la ermita
y que serios nos pusimos
al darte el agua bendita.

pero ya en el campanario,
cuando rompimos a hablar:
"dice mi tiita rosario que la cigüeña es sagrada
y el
colorín, y la fuente, y las flores, y el rocío,
y aquel torito valiente que esta bebiendo en el río,

y el bronce de esta campana, y el romero de los montes,

y aquella raya lejana que la llaman horizonte.

todo es sagrado, tierra y cielo,
porque todo lo hizo dios

¿qué te gusta más?"
tu pelo, "qué bonito me salió"
y tu cara y brazos

y tus manos redonditas
y tus pies fingiendo el paso,
de las palomas zuritas.

con la pureza de un copo de nieve te comparé
te revestí de piropos de la cabeza a los pies

y hablando de estás pamplinas, que son de criatura,

llegamos hasta tu esquina, cogidos por la cintura.

yo te pregunté:

¿en qué piensas?

y tu dijiste:
"en darte un beso"
¡y a mi me dio una vergüenza,
que me caló hasta los huesos!

de noche, muerto de luna,
te vi junto a tu ventana
"mi hermanillo está en la cuna
le estoy cantando la nana:

quitate de la esquina chiquillo loco,

que mi madre no quiere, ni yo tampoco"

y mientras que tu cantabas,
yo inocente me
pensé

que la nana nos casaba
como marido y mujer.


¡pamplinas, figuraciones que inventan los chavales!

luego, la vida se impone,
¡tanto tienes tanto vales!
por eso hoy,
al enterarme que llevas un mes casada
no dije que iba a matarme,
sino que me deba igual
mas como es rico tu dueño
te vendo esta profecía;

¡tú!, cada noche entre sueños
soñarás que me querías
¡y recordarás la tarde que tu boca me beso!,
¡y te llamaras cobarde!, como te lo llamo yo.

y verás, sueña que sueña,
que me morí siendo chico
y se llevo la cigüeña mi corazón en el pico.

tu dirás "¡no es cierto nada,
ya sé que lo estoy soñando!",
pero
allá en la madrugada
te despertarás llorando,

por el que no es tu marido,
ni tu novio, ni tu amante
sino el que más te ha querido

con eso... tengo bastante.
por lo demás,
todo se olvida.
verás como dios te envía
un hijo como una estrella,
avisame enseguida.
me servirá la alegría cantarle la nana aquella

quitate de la esquina chiquillo loco,

que mi madre no quiere ni yo tampoco.

tu dirás: "¡no es cierto nada
ya sé que lo estoy soñando!"
pero
allá en la madrugada
te despertaras llorando
por el que no es
tu marido, ni tu novio, ni tu amante
sino el que más te ha querido
y con eso... tengo bastante.

rafael de león.

por acá, un buen declamador.

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