se encontraba en medio de un campo, como entre maleza amarilla. estaba solo. de repente se empezó a escuchar a lo lejos un ruido muy extraño. se percató de que era la risa de una anciana, parecía bruja pues tenía un rostro suficientemente descompuesto y maléfico. mientras más se acercaba era más fácil observar los detalles perversos de su faz y también más miedo le daba. pensó que no tenía más opción que correr, su única salida era huir de aquel ser que cada que se acercaba se reía burlonamente y más fuerte. llegó lo más rápido que pudo hasta la orilla de un río e intentó cruzarlo nadando. a la mitad del río sintió que ya no podía avanzar más, por más que movía sus brazos para avanzar no se movía ni un centímetro, era imposible y las fuerzas ya se le agotaban. no quería mirar atrás, ya no se sentía valiente sino todo lo contrario, pero tuvo que hacerlo porque ya no podía luchar más. a punto estaba de voltear cuando sintió una peste horrible propia de la húmedad y a muerto, no tuvo más que sentir también el bulto de la vieja bruja del monte arañándole con sus uñas la espalda y...
fuente: pablink rococó.
